Quizás el Principado, una comunidad autónoma en cuya configuración la diáspora ha jugado un importante papel y en la que el voto de los residentes ausentes ha influido de manera notable, sobre todo en las últimas elecciones regionales en las que el voto exterior decantó la gobernabilidad hacia el pacto de izquierdas, acabe siendo la primera en establecer esta modalidad de voto para la emigración.
En la reunión del miércoles 3 de julio de la comisión que estudia la reforma electoral se trataron diversos aspectos para combatir la creciente abstención y fomentar la asistencia a las urnas.
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